“Voy a dar un pronóstico: puede pasar cualquier cosa” - Ron Atkinson, entrenador del Atlético de Madrid a finales de la década de los 80
“Todo lo que puedo decir, sin prometer la tierra ni la luna ni las
estrellas, es que haré todo lo posible por traer algo de éxito al Sunderland”.
Alto y claro. Fueron
las palabras de Martin O´Neill en su presentación como técnico de los ‘Black
Cats’, lo que supuso el fin a su exilio de los banquillos tras la dimisión
voluntaria como entrenador del Aston Villa. Y no era para menos. O´Neill, con
un gran historial como técnico y que ha sabido extraer lo mejor de los equipos
a los que ha dirigido, siempre quiso defender los colores del Sunderland. No
pudo como jugador, pero sí como entrenador.
Martin O´Neill dio la vuelta a la situación que el Sunderland vivía con
Steve Bruce. Rapidamente logró alzarse con los elogios: 22 puntos de 30
posibles. El técnico norirlandés dio con la clave e incluso logró soñar con
posiciones de Europa League, algo que no se materializó. Con el paso de las
jornadas, la
leyenda de Rey Midas de O´Neill se fue depreciando, hasta tal punto de que
el conformismo llegó a instalarse en un equipo que vio que estaba salvado antes
de terminar la Premier League.
Se cumple un año natural de Martin O´Neill en el Sunderland y su balance
no es para nada positivo. En 42 partidos dirigidos desde aquella victoria en
casa contra el Blackburn Rovers, el Sunderland ha sumado 11 victorias, 15
empates y 16 derrotas. Desde el 31 de marzo hasta el día de hoy, solo ha
registrado dos victorias (23 partidos). Con la derrota contra el Chelsea,
acumula una victoria en los últimos 10 partidos jugados en Premier League.
Sin potencial para disputar las
plazas de honor a los más grandes de la Premier League, pero varios puntos por
encima de los candidatos al descenso. Es la tierra de nadie, la
ubicación a la que la falta de ambición, el conformismo y la tendencia al
mínimo esfuerzo delega al Sunderland. El
equipo que dirige Martin O´Neill es, muy probablemente y sin riesgo de
equivocación, una de las mayores decepciones de la pasada temporada y de la
presente. Siempre tranquilos, acomodados en la mitad de tabla, con márgenes
suficientes como para no preocuparse de nada.
Sería algo común para el
Sunderland. Nada fuera de la corriente para un equipo sin un gran palmarés
histórico. Sin embargo, sus inversiones en verano prometen más espectáculo,
mejor rendimiento y una mejoría de imagen. Nada de eso.
El Sunderland ha gastado
alrededor de 90 millones de euros en las 3 últimas temporadas. Todo para no
pelear por ningún objetivo. Año tras año, la exigencia es mayor al compromiso
que dan. La inversión económica no es para nada equiparable con la posición en
la que acaban a final de temporada.
Temporada
|
Gasto
|
Recibido
|
Posición
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2006/07
|
16 millones €
|
11 millones €
|
1º - 88 puntos*
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2007/08
|
64 millones €
|
3 millones €
|
15º - 39 puntos
|
2008/09
|
33 millones €
|
11 millones €
|
16º - 36 puntos
|
2009/10
|
46 millones €
|
21 millones €
|
13º - 44 puntos
|
2010/11
|
29 millones €
|
41 millones €
|
10º - 47 puntos
|
2011/12
|
28 millones €
|
26 millones €
|
13º - 45 puntos
|
2012/13
|
28 millones €
|
12 millones €
|
18º - 13 puntos **
|
*Championship: ascendió a Premier
League // ** En 16 jornadas
Total: 244 millones
(gasto) – 125 millones (recibido)= 119 millones invertidos en 7 temporadas
No existe autocrítica en Sunderland, una especie de parque
de atracciones, de país de la piruleta. Martin O´Neill fue de lo más
conformista en la rueda de prensa posterior a la derrota contra el Chelsea en
casa. "Hemos puesto nuestro
corazón y alma en el juego. Fue una verdadera batalla hasta el final”,
aseguró con rotundidad. Sin estilo de juego, sin alternativas y sin identidad
alguna, el Sunderland ha entrado en puestos de descenso.